viernes, 3 de abril de 2009

Astenia primaveral


Todavía no he logrado hacerme el cuerpo a este cambio de hora canalla. Ya puestos a quitarnos una hora, podría haber sido una clase de un 2º o 3º de la Eso, pero no, hay que quitarla del sueño.
Así nos va durante las primeras semanas. Hasta le hemos puesto un nombre: astenia primaveral. Y al final todos a tomar Astenolit. 
Menos mal que con el cambio de hora han venido otras cosas que hacen que nuestros días sean más bellos. Para empezar, las tardes primaverales. Esa luz hasta casi las 9 de la noche (claro que por otra parte te tienes que pelear con tus hijos para que se acuesten mientras arguyen que es aún de día). También nos trae los olores de la primavera, sobretodo el azahar. ¡Qué dulzura cuando suben los vapores de los naranjos y limones! (y eso que no están cuidados). Y claro, como no, unido a todas estas sensaciones está la semana santa, todo un despliegue de regalos para los sentidos: las bandas de música, los pasos procesionales, las mantillas, el incienso y el romero cuando pasa la Esperanza, ese Jesús yaciendo sobre su sepulcro con toda la solemnidad que merece, y su Madre Dolorosa, detrás, llorándole, Viernes Santo...  
Por desgracia, no la voy a disfrutar como me gustaría. Pero al menos, intentaré mitigar los efectos de la astenia primaveral intentando descansar mi cuerpo serrano y mi mente. 

Y como mañana es Viernes de Dolores, pues voy a respetar la cuaresma. Nada de carne ni de lujos para el cuerpo. Os traigo unas berenjenas y calabacines con tempura japonesa con miel. Quizás parezca un poco sofisticado como menú de cuaresma, pero los garbanzos no me gustan y el bacalao tampoco, así que me quedo con la tempura y una crema de calabaza.
Mañana será otro día, y para el domingo quiero hacer tiramisú. Estáis todos invitados a la casa de campo.
Feliz viernes de Dolores, y felicidades a todas la Lolas. 

2 comentarios:

ReyVindiko dijo...

Me gusta cómo lo cuentas. Me hace disfrutar más de mi casa y de mi tiempo. Es un placer acercarse a esta página, no por la página en sí, más bien por la admiración que me produce percibir que, a pesar del cansancio y la falta de tiempo, late en ti un gran espíritu que no deja pasar la vida sin saborear sus facetas más auténticas.
Gracias.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Esa tempura debe estar riquísima y al tiramisú me apunto. Yo, como también respeto el viernes de cuaresma, haré también algo berenjenil. Un beso