martes, 2 de junio de 2009

Sigo viva, después de todo



Son demasiadas las tareas que ocupan mi tiempo. Ya ni siquiera puedo hablar de tiempo libre. La convalecencia de Reyvindiko, una casa grande, cuatro hijos y un trabajo que no acaba en mi jornada laboral, hacen que no dé para más. Así que siempre hay que sacrificar algo, y, aunque la sacrificada soy yo, he tenido que parar de escribir y de leer las bitácoras que con tanto gusto sigo. 
Sigo viva, si es que ese adjetivo se le puede aplicar a alguien que va como zombi por todos lados; se me olvidan las cosas, tengo mala cara y, solo para que os hagáis una idea de lo mal que funciona mi cabeza, el otro día me fui en zapatillas al trabajo - menos mal que mis alumnos en el fondo me aprecian y me comprenden, y no se rieron delante de mí. 

¡Ay, Dios mío, cuánta falta me hace un buen descanso! Llegué incluso a preguntarle a Reyvindiko cómo se había hecho la hernia con idea de hacerme yo otra en cuanto él salga de esta. Pero está visto que eso de ponerse malo, para algunos es un lujo. Cuidado, no quiero que nadie me malinterprete, eh, pensad que el agotamiento no me deja pensar con fluidez. Lo que quiero decir es que una bajita de unas semanas poniéndomelo todo por delante me vendría de perlas. Nada grave; nada que me deje secuelas y que no me permita después volver a mi ritmo habitual. Eso es.

¡Qué tontería, verdad! ¡como si la gravedad de las enfermedades se pudiera elegir así! ¡como si la enfermedad se pudiera elegir! No, no, como dice el chiste "Virgencita, déjame como estoy". No obstante, debéis entender que al menos tengo el derecho al pataleo, a quejarme y a ir arrastrándome por ahí con cara de Gremling que ha comido después de la media noche.

Y bueno, os dejo, que tengo que hacer el pan. También es que una parece a veces un poco masoquista, pero me niego a comprarlo. Por cierto, os dejo una tarta de mascarpone y nueces con miel. Este tipo de tartas son las que suelo hacer cuando mi lindo trasero se sale de madre, porque el queso no puedo ni olerlo, aunque me gusta trabajarlo. Un día de estos me dedicaré únicamente a poner recetas.

Ah, y no me quiero ir sin saludar a mi amiga Marjolein de Holanda. Me ha hecho mucha ilusión encontrarte después de tanto tiempo. 

Un abrazo.

17 comentarios:

reyvindiko dijo...

Ya sabes que te dije que lo que más me dolía de mi hernia y mi convalecencia era tu cansancio.
Pero, vamos, que tú te has compensado comprándote un cojín masajeador que veremos a ver si no mete la pata en nuestro hermoso matrimonio. ;)

Jesús Cotta Lobato dijo...

Queridísima Mirna, frótate las manos, que ya llega el verano y contad con nosotros para que puedas ir libre de aquí para allá, sólo pendiente de qué ropa te vas a poner. Un beso.

Mirna dijo...

Anda Reyvindiko, que ya te vale. Para un gusto que me doy para el cuerpo... El cojín es que tú no lo has probado. Ya me lo pedirás, ya. Ja, ja.

Ay, Jesús, querido, me encanta el plan que me propones, pero preferiría ir de acá para allá con vosotros, que tan bien lo pasamos.
Me alegra verte de nuevo por aquí. Besos para todos.

Judit dijo...

Al final la convalecencia la sufrís los dos. Va a ser verdad eso de "una sola carne". Piensa que ya mismo sólo vas a tener que pensar en qué postre vas a preparar o qué libro vas a leer. Este mes de Agosto también Ángeles tendrá que sufrirme, ya que me toca trabajar y es probable que me aproveche bastante, jeje.

Mirna dijo...

No hija, no. Te aseguro que Rey no la sufre tanto (ahora que no me oye). Por cierto, que se venga en agosto Ángeles y así llevaremos mejor todo lo que haya que sobrellevar. Y sí, iré pensando en postres y vosotras id pensando en comerlos.
Besos.

Ángeles L. Satorre dijo...

¡Ay, Mirna, cómo te entiendo!
Guapísima, el otro día llegué al insti a primera hora para intentar adelantar papeleo: MISIÓN IMPOSIBLE cuando se trata de un instituto que está en ese curioso y utópico plan de calidad que solo consiste en evidencias y más evidencias en forma de informe del tipo C.4.3.B.3. A lo que iba: me entraron ganas de dar media vuelta y volverme a casa a leer un buen bitácora como el presente y el de nuestro gran amigo y familia Jesús Cotta, pero pensé que ya queda poco para el gran descanso.
Por cierto me apunto a lo de agosto porque tendré que mimar a mi refugio como ya me ha dejado caer por aquí... ;)
¡¡¡¡¡Muchos besos guapísima y ánimo!!!!!

Unknown dijo...

Ya te queda poco, no sufras en menos de un mes de vacaciones. Saludos al convaleciente.
Abrazos

Mirna dijo...

Pues sí, Ángeles, nos queda tan poco que a mí se me hace eterno. Esta semana, por ejemplo, ¿es que alguien le ha puesto más días? A ver si acaba de una vez.
No desesperes, eh? Nos vemos.

Mirna dijo...

Gracias, por tu visita, Charly. Sí nos queda poco, pero ya ves que mis vacaciones van a ser un poco estresantes, como siempre, jajaja. Oye, ¿qué tal ese calor? A ver si os refrescáis por el Meditarráneo, que os lo merecéis.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Queridísima Mirna:

Aunque nunca tengo tiempo (yo tampoco) de contestar a estas cosas, y eso que las leo, mientras acaba el lavaplatos para poder poner a lavar la ropa, tras recoger la casa, desayunar trabajando, para que me dé tiempo a hacer la comida y luego recoger a las niñas, que a las cinco tengo que estar en el trabajo, hasta las nueve; a pesar de eso, digo, no me privo de decirte esta vez que os volvemos a ofrecer la ocasión de perderos unos diítas, aunque sean pocos, los dos zolitoz por ahí, que ya me iré yo con las agüelitas y todo solucionado. Eso sí, no vengáis con más criaturitas, que entonces me lo pienso para otra (bromazo, claro). Un beso muy fuerte y mucho ánimo de Raquel (desde Zeviya, cazi ná)

Marga dijo...

mirna corazón, aguanta un poquito, que ya estan las vacaciones a la vuelta de la esquina, y aunque sean estresantes como dices, seguro que te ayudan a descansar y relajarte ya lo verá .
Da besos a Rey, y dile que esperamos que se mejore prontito.

Besos

Máster en nubes dijo...

Que con la que has tenido ¡te pongas a hacer pan! Jo, por Dios, que te pareces a la mujer de le biblia esa ;-) pero corregida y aumentada (y un poquito ahorcada tú solita también ¿no? porque digo yo que el pan... en esas circunstancias puede comprarse ¿no?)

Besos, hermosa
Aurora

Mirna dijo...

Ay, Raquel, mi Raquel, comadre mía, qué alegría más grande que te hayas dejado caer por aquí. Anda que yo también me quejo y en verdad, ¿quién no está agobiado?
Oye, que lo del ofrecimiento ya sabes que yo soy de las que les das la mano y te cogen el brazo entero, eso sí, la nevera a rebosar te la dejaría, jajaja.
Que no, mujer, que prefiero que lo pasemos juntos que nos reímos una jartá.
Un beso muy fuerte, campeona, que tú eres de las mías.

Mirna dijo...

Marga, corazón, muchísimas gracias. Mi Reyvin ya está mejor, el problema es que no puede hacer ningún esfuerzo y claro, pues como si nada. Pero gracias a Dios ya está muy bien, y está trabajando y todo.
En cuanto a las vacaciones, de verdad, menos mal que están a la vuelta de la esquina, si no me tiraba de cabeza al río, que por cierto va bien seco (de ahí su peligro, jajaja).
Muchos besos para todos.

Mirna dijo...

Sí Aurora, yo soy de las que me complico la vida. Fíjate, ahora mismo tengo mis bollos en el horno y ya es casi la una de la madrugada. Pero qué le voy a hacer. Me da un coraje comprar el pan que no te cuento: lo que vale y lo malo que es. Que no, que me merece la pena el esfuerzo, al menos en eso.
Además, yo me sé de una que tampoco coge la vía fácil para hacer las cosas, ¿verdad?
Un abrazo, preciosa.

Unknown dijo...

I'n honored... to be your friend.
Lots of love

M

Mirna dijo...

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