martes, 23 de junio de 2009

De zorrona a consentida


Entrada dedicada a mi queridísimo Reyvindiko.

Hoy me gustaría contar una historia de celos, infidelidades y un final feliz. Se trata de una historia real que he sufrido en mis propias carnes (como exageradamente decimos por aquí abajo).

Todos conocéis cuál es el vínculo que nos une a Reyvindiko y a mí, y por si alguien no se ha dado cuenta - persona poco observadora, diré que se trata de mi marido.

Reyvindiko es entre otras muchas cosas, una persona que cuando algo le apasiona se aplica a ello con total dedicación. Fotografía, coches, carpintería... son temas que van y vienen en su vida, llenando conversaciones interesantes y haciéndome partícipe de ellos.

Pero existe una cosa que le apasiona tanto que jamás ha podido apartar de sí: el ordenador. Por desgracia, su gusto por todo lo que se pueda hacer con un ordenador me excluía a mí de sus horas de ocio. Internet, programación, nuevos sistemas operativos... uf, demasiado. Pero, sobretodo juegos. Y aquí es donde siempre han venido los problemas. Al principio yo me ponía de esposita modelo y buena, el pobre, anda y que juegue, total tendrá que disfrutar. Pero el problema es que el pobre no tenía límite. Podía quedarse absorto, jugando horas y horas y más horas. Si yo no estaba en casa, es que ni comía: una lata de maíz y un trozo de salchichón. Claro, de ahí que pasara de el pobre a la madre que lo parió (una auténtica santa a la que quiero con locura, conste), es que ni siquiera me contesta, es que ni me mira, es que ... nada de nada. Desesperante.

Ya empecé a llamar al ordenador la zorra. Realmente lo tenía compartido: por un lado yo, y por otro un simple código binario de ceros y unos con el que no podía competir. Yo pensaba, si fuera otra mujer estaríamos en igualdad de condiciones y podría pelear por lo mío; pero, ¿cómo puedo luchar contra un enemigo que no conozco?

Las broncas eran de órdago. Y al final siempre acababa dándome la razón y borrando los juegos. Pero tarde o temprano se volvía a las andadas.

Sin embargo un día, cambió de tercio y decidió llevarme a su terreno. ¿Cómo? Pues muy fácil: me compró mi primer portátil, y me compró. Fue como el chiste en el que un matrimonio entran a un restaurante y se encuentran con un amigo común acompañado de una mujer que no era la suya. La esposa le pregunta que quién era esa que acompañaba a Fulanito, a lo que el marido le contesta que es su amante. Ella se enfada muchísimo y dice todo tipo de lindezas hacia el amigo común. Cuando están cenando llega una muchacha guapísima y le pregunta al marido que dónde se ven esa noche. En tu apartamento, contesta él. La mujer, alucinada, pregunta que quién era esa. Mi amante, dice él. Ella enloquece por completo. Le dice de todo, le pide el divorcio, vamos hecha una fiera. Entonces él le recuerda todo lo que tiene gracias a él y de todo lo que se tendría que despedir si se separaba de él: el yate, los viajes, las joyas, etc.... Ella, finalmente, respira hondo y le dice "¿a que nuestra amante es más guapa que la de Pepe?"

Pues eso, como iba diciendo, si no puedes contra tu enemigo, únete a él. Hemos encontrado un equilibrio perfecto. Cada uno está en su ordenador. Incluso hay veces que si nos tenemos que decir algo nos lo decimos por email. En serio. Pero no me importa. Ahora yo también disfruto de mis ratitos a solas con mi MacBook, mi pequeño gigoló.

Y como postre, una refrescante tarta de limón. Muy ácida la crema y muy dulce el merengue. Fría, fría, de la nevera. Un postre delicioso para el verano.

Un beso y feliz fin de semana.

18 comentarios:

ReyVindiko dijo...

Anda, anda, que cualquiera que te lea pensará que hemos degenerado.
Ella, como en otro chiste, me ha dado en "to el bebe", y no sólo no me echa de menos porque tiene a su blanquito portátil, es que además se ha comprado un cacharro que hace masajes al que prefiero no ponerle nombre porque si no se lo va a encontrar cualquier día con un navajazo pegao.
Pero para que veas que no te guardo rencor te voy a confesar algo: es cierto que mis pasiones vienen y van y que me canso rápidamente de todo por lo que me desvivo y eso me deprime. Sólo me salva algo que no va y viene y que se queda conmigo y que no me cansa: tú, guapita. 7mmmm

ReyVindiko dijo...

Además, deberíamos recordar que no tenemos tele desde que nos casamos hace ya doce años y así comprendan por qué somos un poquito "frikis" y no dejen de leerte, que, a pesar de todo, a mí me gustan mucho tus entradas, como a ti las mías (las de la cabeza digo)

Marga dijo...

sois geniales, de verdad, y mirna, si no puedes vencer a tu enemigo únete a él, siempre se ha dicho, y en este caso es lo que tú has hecho, así que mejor adaptarse que estar toda la vida de morros.
Me tienes que contar lo del aparatito ese de masajes, porque uno que yo me sé, al principio de estar juntos (vamos ya a por los 13 añitos de nada), me daba todos los masajes que le pedía, pero ahora........ ya te lo puedes imaginar.
Además entre tú y yo, en nuestro caso está "la otra", yo llamo así a la radio que se pone debajo de la almohada para dormir. Al principio ponía la radio del despertador, pero claro la que no dormía era yo, así que le compré una pequeñita "la otra", la mete bajo la almohada y así dormimos los dos, pero algunas veces, me pasa que le estoy hablando y él ya tiene la radio puesta, y oye ni caso, así que le amenazo con estamparla contra la pared.
ya ves, unos tienen a la "zorra", y otros a "la otra". Pero lo importante es que seguimos con ellos.

Besitos

Ángeles L. Satorre dijo...

Es cierto que las nuevas tecnologías provocan dos sentimientos encontrados: o las amas o las odias a muerte, y veo que has pasado del segundo al primer sentimiento por necesidad, pero reconóceme que tu bonito portátil junto con ese pequeño aparatito que empieza por i y termina por pod, también te ha ayudado a querer y entender un poquito más a ReyVindiko ¿eh?
Lo más bonito es ver lo enamoraditos que estáis.
Un abrazo

Mirna dijo...

Pero bueno, Reyvindiko, ¿no te habrás picado? Vamos a ver, se trata de un acto de comprensión mutua: tú tenías que seguir enganchado a esa y yo necesitaba encontrar algo a lo que colgarme también.
En cuanto al cojín, ya te vale. No vamos a sacar aquí trapos sucios, pero ¿cuántos masajes "desinteresados" me has dado? El cojín no me pide nada a cambio y además me da precisamente donde necesito.

Mirna dijo...

Marga, me alegra ver que en todos lados cuecen habas. Besos y a disfrutar de vuestra lunita de miel.

Ángeles, no me toques el i-pod, no me toques el i-pod. Al final tú sabes el dicho, no? "Dos que duermen en el mismo colchón, se vuelven de la misma condición".
Un beso y a ver si nos vemos. Creo que este fin de semana vienen los de Sevilla y olé, así que a ver si os pasáis.

Unknown dijo...

El caso es que me recuerda a un problema cercano, vamos poco mas o menos que el nuestro, pero me apunto a lo que dice Rey, al final siempre queda una cosa que es lo mas importante, nuestras amantísimas y sufridoras esposas a la que habría que ponerlas en un altar por aguantarnos.
Un saludo

ReyVindiko dijo...

Ah, ¿que yo no te doy los masajes donde los necesitas? ¿Que sabe más la máquina que yo? Vale, vale.

Mirna dijo...

Qué bonito eso que dices, Charly. Menos mal que es así. Además, ¿dónde vais a encontrar unas mujeres tan buenas y tan guapas?
Ahora, también te digo que si esta es la máxima queja que tenemos de vosotros, significa que la cosa no está tan mal, ¿no?
Un beso muy fuerte para ti y todas las mujeres con las que vives.

Mirna dijo...

Reyvindiko, jomío, ¿hace falta que aclare las diferencias entre los distintos tipos de masajes? ¡¿¿ehhhhnn??!

Anónimo dijo...

Me lo paso en grande cuando os leo. Se os ve tan enamorados, tan ingeniosos y tan divertidos.

Yo también tengo una "otra" en mi vida: La televisión. También he llegado a estar celosa. ¿Qué tiene ella más que yo para que le haga tanto caso? Y encima es una amante aburrida, porque nada más empezar a verla, se duerme, pero intenta quitarle el mando, que abrirá un ojo y dirá "No cambies de canal, que lo estoy viendo". Durante años he estado tentada de tirarla por el balcón, pero vivo en un séptimo, y no era cuestión de matar a nadie, así que yo también me busqué mi sustituto "el Mac" Y todos tan felices.

Muchos besos y seguid así.

Susi

Mirna dijo...

Di que sí, Susi. Un día asómate por el balcón y cuando no pase nadie, plaff, la tele. Ay, eso no te lo crees ni tú. Vivirías con cargo de conciencia para los restos, y al día siguiente, a las 9.30, estarías haciendo cola en el Corte Inglés para comprarle la más grande, la más chula y la más todo, ¿a que sí?
Un besazo, guapísima. Pásalo bien.

Anónimo dijo...

Esas noches junto al Príncipe de Persia, en pantalla monócroma; esas aventuras gráficas...; esos juegos de DXT...; esos formateos a lo "averquépasa"... Todo, absolutamente todo: pura experiencia vital.
Por cierto, Germancito "Mariocoche" y Yagowii han tenido a quien salir.
Un beso muy fuerte a todos

Shadowman dijo...

El último post es de Shadowman, que se me ha ido la olla... perdón, la termomix, y me he puesto como anónimo

Mirna dijo...

Yo no sé cómo os aguantaba. A las seis de la mañana tenía que estar en el aeropuerto y os pasasteis la noche entera jugando a los pies de mi cama. De hecho, yo me fui y vosotros seguisteis. Pa mataros, vamos.
Y sí, hijo, Germán y Santiago tienen a quien salir. De casta le viene al galgo, como se suele decir.
Un beso y ve preparando las maletas, hemmano.

Máster en nubes dijo...

Pero qué dos, ya me lo habían contado algunas amigas, el enganche con el ordenador de sus santos. Claro está que si no puedes vencer a algo, únete ;-) Me ha hecho mucha gracia, Mirna, el caso es que en cualquier caso creo que hay que tener cuidado, yo por lo menos, soy adictiva y si te descuidas... acabas enganchada a lo que sea. No te cuento si vives sola, tienes que tener mucho control sobre lo electrónico (y sobre el teléfono ;-). Besos y buen fin de semana.

Mirna dijo...

Pues eso digo yo, Aurora. Ya él me tiene cogido el punto, y cuando ve que se va a enganchar a algo intenta tirar de mí. Lo hizo con el ordenador, y ahora lo ha conseguido también con el I-pod. Donde vaya me verás con él en la mano, es superpráctico. Hasta le tengo metida una aplicación para rezar el rosario, créetelo.
Un abrazo y disfruta tú también.

Jesús Cotta Lobato dijo...

Llamar zorra al ordenador es un hallazgo tan feliz, que lo he hecho mío.