Pido perdón a mis hijos por darles una vida normal; por no ser madre soltera; porque sus padres viven juntos bajo el mismo techo que ellos y no tenemos intención de separarnos; porque no somos inmigrantes; porque no estamos en paro; porque ni su padre ni su madre está en la cárcel; por no ser heroinómanos.
Les pido perdón, aunque ellos no lo entiendan, porque están en desventaja ante todo aquel que sufre alguna de las desgracias arriba mencionadas; porque pagamos nuestros impuestos para darles un bienestar a algunos en detrimento del nuestro propio; porque no podrán optar a los beneficios que la administración parece solo reservar para aquellos; porque estarán siempre los últimos en puntos para entrar a un buen colegio, público o concertado, o una guardería concertada, porque nosotros tampoco nos podemos permitir pagarlos privados.
Siento mucho no ser políticamente correcta con esta entrada. Tampoco nunca he pretendido serlo; además me revienta lo políticamente correcto ya que lo veo más bien como hipócritamente correcto. La discriminación ¿positiva?, vaya nombrecito de marras. Me avergonzaría que por el simple hecho de ser mujer tuviera alguna ventaja a la hora de encontrar un trabajo con respecto a un hombre. Eso de llenar cuota, como que no me va demasiado. Nunca sabría realmente si ocupo un puesto merecido o si en verdad soy una botarate (quizás debería decir botarat@) que no sabe hacer la O con un canuto, como hay tantísimas por ahí.
En fin, no voy a continuar con este tema porque realmente quema la sangre de cualquiera. Al final, todos acabamos comulgando con ruedas de molino y punto-pelota.
Menos mal que pongo una nota dulce: de nuevo mi sácher. Esta vez la hice para el santo de Paloma, ¿bonita, verdad?
15 comentarios:
Ay, Mirna, eres de la sufrida clase media a la que van a brear todavía más de lo que ya estábamos.
Prepárate, morena, -mejor dicho, rubia- que vienen más curvas. Bueno, tú al menos tienes algo de tierra y podéis plantar cosas, en fin.
Un beso, guapa.
Aquí en Sevilla se planean hacer viviendas gratuitas para prostis. Estoy pensando en hacerme pasar por una. ¿Me prestas una peluca de Paloma?
mirna ya me conoces, no soy correcta en nada o al menos en casi nada, igual lo que esta mal, son nuestros principios y en lugar de un buen colegio, lo que toca es, una buena escuela de supervivencia, enseñar a nuestros hijos, que prostituirse es bueno, ser un delincuente mejor, si tomas drogas lo anterior sale con nota y por supuesto, si no son capaces de hacer lo anterior, que aprendan a remar, por que son extranjeros en su propio país y no creo que el estado se gaste un duro en deportarlos.
Un besazo
¿politicamente correcta?, yo tampoco soy de ese tipo, además como bien dices, somos los primeros en todo para pagar, pero los últimos para recibir, en fin, me pillas en mal momento, porque verás, en mi portal, en mi rellano tenemos en un piso de realojo a una pareja gitana con una niña, lo cierto es que son encantadores, no han dado ningun problema, ya podían aprenden de ellos otros vecinos "payos" que son de lo peor, pero bueno a lo que vamos, resulta que les dieron el piso en realojo, hará unos 3 o 4 años, y ahora están pidiendo otro al ayuntamiento "porque vivir en un último piso no les gusta y no se acostumbran", ¡ y yo llevo 11 años pagando una hipoteca, y los que me quedan!, en fin, que a los pobrecitos les darán otro piso, no vaya a ser que les discriminemos por ser gitanos y se traumaticen, y yo seguiré pagando mi hipoteca porque me guste o nó, no puedo cambiar de piso tan facilmente como ellos.
Este es un caso que me toca de cerca, en tema vivienda, y de los que me tocan de educación......... mejor lo dejamos que son las 10 y no nos vamos ha hacer mala sangre desde tan temprano.
Por cierto me encanta la tarta, eres una artista
La película de Crash retrata perfectamente la mala baba que crea la puñetera discriminación positiva. No sé si se dan cuenta de que preparan terreno abonado para la ultraderecha. Yo me conformaría con un sencillo América para los americanos versión española.
El anónimo era y es Reyvindiko, que tengo a Germán participativo y le ha dado al retonno antes de la cuenta.
¡Ay chica, qué vida esta! De la discriminación positiva me niego a hablar, al igual que tú, me avergüenza pensar que me den un puesto de trabajo que quizás no me merezca, simplemente por ser mujer. Menos mal que en la oposición simplemente era un número y no "cuota a cubrir".
Por cierto, menuda pinta tiene esa tarta: la sonrisa dulce se agradece mucho.
Un besazo
Pues mira Aurora, tengo una suegra que vale un potosí y es la que se encarga del huerto cada vez que se ha sembrado algo. Yo, en cambio, soy un desastre, y basta que riegue un día para echarlo todo a perder.
No obstante tienes mucha razón. Las cosas se están poniendo como para comprarse unas cuantas gallinas y un par de guarros y hala, a sembrar y a recoger.
Un abrazo muy fuerte.
Jesús, tú elige el color y Paloma te la presta, faltaría más. Sabemos que la melena pelirroja te va muy bien, pero ya sabes que la tenemos rubia, rosa, verde, roja y morena. Decide pues cuál prefieres.
Besos.
Mónica, ¿sabes qué te digo? que necesitamos muchas voces críticas y nada correctas como la tuya para que clamen al cielo las barbaridades que tenemos que pasar. No calles (sé que no lo harás).
Marga, al principio pensé que me había pasado con esta entrada; pero ahora me alegro de haberlo hecho ya que veo que no estoy sola.
Lo de los gitanos es un tema aparte que siempre ha estado ahí. De acuerdo con que son encantadores y todo lo que tú quieras. Pero a ellos se les ha dado un piso igual que el que tú vas a estar pagando para los restos. Pero ellos no se rigen por nuestras mismas normas ni leyes. Y si no, dime si alguna vez has visto a un gitano en un coche de autoescuela aprendiendo a conducir. Yo nunca; en cambio los veo pululando por ahí con sus peazo de carros (el que tú posiblemente, al igual que yo, no te podrás permitir).
En fin, luego nos vienen con la igualdad, la justicia y la integración. Manda huevos.
Un abrazo para todos.
Ay, Reyvindiko, se está convirtiendo en costumbre esas perreras de Germán a estas horas. ¿Qué haré cuando tú no estés?
Pues sí que me acuerdo de esa película, ¿raro, verdad? y tienes toda la razón. El sentimiento que va creciendo en la gente corriente contra la inmigración... al final, unos pagan con sus dólares y los otros pagan los cabreos de los primeros. Amarga la película, pero con un atisbo de esperanza.
Un besazo y hasta las 11. Por cierto, ¿nos vemos un Dr en Alaska?
Querida Ángeles:
relájate. Te aseguro que tú no estás en las de cuota.
Un beso.
¿es eso todo lo que tienes que decir? Gran aportación la tuya. En fin espero que tu próximo comentario, si es que lo hay, sea algo más elocuaz y realmente aporte ALGO.
Es como hacer un pastel de chocolate y entregarlo a un comedor social... o te sientes bién o te sientes mal.
Muy buena tu comparación. Pero fíjate, yo estaría encantada de llevar cien pasteles de chocolate a un comedor social siempre y cuando salga de mí y no deje a los míos sin ello.
Un saludo
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